Seamos honestos: muchos de nosotros tomamos las mismas resoluciones de año nuevo cada año. Intentar perder peso o incorporar más actividad física en tu actividad diaria es un punto de partida recomendable pues significa que deseas estar más saludable. Establecer metas es fácil, pero lograr esos objetivos puede resultar más difícil. La motivación es clave y es un elemento necesario para que haya una conducta nueva.
Entonces, ¿cómo te mantienes motivado para alcanzar tus metas? Para empezar, deberás creer en ti mismo e imaginar cómo será el éxito. La creencia es fundamental para el éxito por una razón muy poderosa: genera confianza.
Todo cambio conlleva estrés y el estrés puede hacer que te sientas frustrado, fatigado o ansioso. Esos sentimientos pueden convertirse en el combustible del autosabotaje, causando que pierdas la motivación. La falta de motivación también puede surgir de establecer metas poco realistas: El no poder alcanzar tu pérdida de peso o tus metas de condición física puede resultar en emociones negativas como desilusión o frustración.
Las pequeñas victorias son hitos que estableces para ayudarte a alcanzar tu objetivo específico y sirven como evidencia de que se puede lograr el éxito y, por lo tanto, puedes impulsar tu confianza y cambiar tus creencias sobre tus propias capacidades para lograr una meta.
A tu cerebro le gustará tanto la sensación que te sentirás obligado a repetir la acción saludable que la desencadenó y tu cerebro será propenso a convertirlo en un hábito.
Estos pasos prácticos para lograr pequeñas victorias te ayudarán a comenzar:
Elige una meta que sea significativa para ti, ¿qué es lo que realmente quieres lograr y por qué?
Asegúrate de que tus metas sean específicos, medibles, alcanzables, realizables en un periodo de tiempo específico y orientadas a obtener resultados
Rodéate de apoyo social que también te motive
Fíjate en tus pequeñas victorias y celébralas
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